Nuestra percepción del mundo exterior se produce gracias a nuestros SENTIDOS, pero percibir requiere una experiencia previa, pasada; los sentidos, son constantemente estimulados por gran cantidad de circunstancias.
El estímulo refiere la energía física, la cuál se produce por un estado de extasis de un órgano sensitivo, el cuál puede ser: oído, olfato, vista, tacto, gusto.
Lo sensitivo nos ofrece sólo una parte, de este gran universo en el cuál residimos; sin embargo, es relevante saber que nuestra capacidad de ver la realidad, depende de la amplificación de nuestros sentidos.
Una sensación depende más que sólo detectar por los sentidos, requiere un receptor interno, que elabora, critica y dá un significado a aquello que se sintió; la percepción depende de la suma de los estímulos, pero también de la información que recibe gracias a los sentidos.
El proceso de construcción sensorial, de lo que se capta, o se percibe se adquiere gracias a la integración de cada persona al ambiente en el cuál se desenvuelve; por lo cuál, todo depende de las capacidades de percepción y análisis a las cuáles se esté acostumbrado.
La experiencia perceptiva resulta de cuatro procesos:
-De contrucción. Por la relación estímulo-experiencia.
-De información-adaptación. Relaciones ambientales o externas.
-De selección. Formación de un criterio propio.
Existen cuatro fases, que determinan estos procesos en la percepción:
•Detección: Sensibilidad a un estímulo.
•Transducción: Cuando se convierte el estímulo en energía por lo cuál capta un tipo de mensaje, por ejemplo, nervios.
•Transmisión: Cuando ésta energía produce un impulso sensitivo.
•Procesamiento de la información: Los órganos detectan energía y la convierten en señales nerviosas; sin embargo, el cerebro organiza e interpreta la información en forma de experiencias conscientes.
Sin querer el cuerpo humano, es un gran milagro ante nuestros ojos...
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Páginas Consultadas.
http://www.psicoactiva.com/
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